Severino - Gabriel Rodríguez Molina
“Hay quienes antes de morir miran al cielo y tocan las cruces que cuelgan de sus cuellos gráciles. Quienes rezan pidiendo perdón y luego se sienten libres, como si la sangre que alguna vez manchó sus manos se la hubiera llevado el viento. Como si la muerte no tuviera el nombre de cada persona que abandona la vida. Hay quienes asesinarían hasta a sus propios hermanos en el nombre de la cruz ¿No lo hizo así Caín? También hay hombres que asesinan en el nombre de la patria.
La mía fue una patria fértil y pura. La patria del poeta y del obrero, donde la naturaleza se hacía parte del hombre y el hombre parte de la naturaleza ¿Cómo no dejarían estos cerdos caer su furia sobre nosotros, cegados por tanta ignorancia? ¿Cómo no responderíamos, nosotros, los de abajo? Con poesía no alcanza Severino, me decían. Con los volantes tampoco. Hay que hacer algo más, me decían, mientras yo, aún prematuro, pero convencido, ponía la pava sobre el brasero y esperaba que se caliente el agua antes de ir hacia el tipógrafo”.
En "Severino", Gabriel Rodríguez Molina registra las últimas horas del anarquista Severino Di Giovanni y logra que cada adjetivo, pausa o sentencia cobre un valor dramático. Es, en definitiva, un monólogo con aristas teatrales que permite dibujar las últimas horas de un hombre singular de ideas y de acción.